top of page
murales-de-vinilo-mapamundi-efecto-pizarra_edited.jpg
  • Foto del escritorIdrisi

MI PRIMERA VIVIENDA:

Actualizado: 15 abr 2023

El piso 2º Derecha del número 8 duplicado en la Cuesta de Gomerez.



Lamento contradecir este acertado pensamiento atribuido al Premio Nobel Naguib Mahfuz. Aunque estoy de acuerdo con él, el aforismo no resulta aplicable en mi caso.


Por lo que a mi respecta, el lugar donde nací, es el lugar donde, desde el principio, cesaron todos los intentos de fuga. En ningún otro lugar del mundo me sentí nunca tan bien acogido como en este.


Dentro de unos pocos días se cumplirán 75 años de mi llegada a esa casa. Ni su estrechez, ni su humildad, ni su carencia de infraestructuras básicas fueron nunca un estímulo suficiente para querer abandonarlo.


Sin embargo, cumpliendo con el ciclo de la vida, acabé saliendo de allí para casarme e intentar imitar a mis padres saliendo de su hogar para crear el mío propio. Eso sucedió un 15 de Abril de 1973. Precisamente hoy, se cumplen cincuenta años exactos desde que salí de aquella casa sin fugarme. Cincuenta años vagando por incontables domicilios en todos los cuales, sin excepción, fui tan feliz como incapaz de crear un espacio similar a este que hoy recuerdo: un espacio del que nadie quisiera fugarse. Un espacio al que volvería con los ojos cerrados y sin pensarlo.


Y no es un arrebato de romántica nostalgía. Yo se muy bien que cualquier tiempo pasado fue anterior, como dice con su habitual sorna Nieves Concostrina, haciendo inteligente chufla de los versos de Jorge Manrique. La Cuesta de Gomerez es muy distinta a la que conocí en mi infancia y mi juventud y aunque no lo he visto en su estado actual, me consta que el piso donde viví, ha sido reformado y modernizado. Hoy, más que un piso para familias es un apartamento para turistas. Aun así, volvería.


O mejor dicho: precisamente por ello volvería. Hoy hay comodidades que no conocí de pequeño, que sustituyen a aquellas condiciones de vida a las que de ningún modo me gustaría volver.


El agua caliente y la ducha que habrán sustituido a aquellos barreños de zinc que había en casi todas las casas y que hace algún tiempo describió magistralmente y con gran sensibilidad




La calefacción que seguramente tiene ahora habrá sustituido a los antiguos y peligrosos braseros de cisco y picón y a las no menos peligrosas estufas de butano cataliticas o no.




La vitrocerámica o la placa de inducción en la cocina habrán sustituido a aquellos fogones de carbón que había que encender con torciones de papel de estraza impregnados en aceite, que montaban en la casa una humareda del demonio al primer descuido, por más que te esforzaras dandole al soplillo de esparto.




Todos esos modernos detalles son estimulos poderosos para volver. Son añadidos valiosos a lo importante, a saber: el hecho de que esa vivienda sigue estando exactamente en el mismo sitio donde estaba. Sigue siendo el centro geográfico de lo que considero mi espacio vital. No hay ni un solo punto de interés para mí en el plano de Granada que se halle a más de quince o veinte minutos de ese 8 duplicado de la Cuesta de Gomerez: el auditorio Manuel de Falla o la Biblioteca del Salón; el Campo del Principe o los Jardines del Triunfo; el Archivo Municipal o el de la Real Chancilleria. Ese es el reducido espacio donde aprendí casi todo lo que aún sé y donde no temo perderme.


En todo caso, no predico una unión espiritual y mística entre el individuo y su lugar de nacimiento. Esa extendida teoría de "las raices" que te explican a ti mismo no va conmigo: me provoca un rechazo visceral espontáneo toda esa fanfarria literaria que se prodiga en torno a la noción de "patria chica". Nada me parece más ridículo que aquella palabrería engolada de un arrogante Camilo Jose Cela presentando a Iria Flavia en televisión, con un discurso en el que es difícil discernir si él era importante porque había nacido en Iria Flavia o si Iria Flavia era importante porque fue creada en tiempo de la dominacion romana para que, finalmente, él pudiese nacer allí.


Nacer no es un acto de la voluntad propia, sino de la voluntad de otros. Y no me refiero solo a la voluntad de los padres. Es cierto que ellos tienden a decidir, en circunstancias normales, dónde vas a nacer. Pero no siempre es una decisión libre de su parte. A menudo se encuentran condicionados y a veces obligados a desarrollar su vida en tiempos y lugares que no hubieran escogido y que influirán para siempre en su propia biografía y en la de sus descendientes.


Mis padres vivían y se casaron en Motril. Allí tuvieron a sus dos primeros hijos y quien sabe si no se hubiesen quedado allí toda su vida de no mediar las circunstancias de la Guerra Civil. Mi padre no se vino a Granada porque quiso. Llegó aquí porque lo trajeron a la fuerza. Desde que fui adolescente, mientras hacia el bachiller (entre los 10 y 16 años) tuve conocimiento de que mi padre había estado preso en Granada. Sospechaba que ese era el motivo último por el que estábamos viviendo aquí.


Cuando quise saber más sobre el asunto, pregunté y mi madre fue muy clara y muy tajante: "Tu padre no estuvo en la cárcel por hacer ná malo. Lo metieron en la guerra los nacionales porque a él le pilló la guerra en Motril que era zona roja. Y no preguntes más porque ya sabes tó lo que tienes que saber. Aquello fue una cosa mu mala y yo no voy a empezar a decirte ahora ni quìén si, ni quién no, pa que ahora empecéis los hijos otra vez y tengamos las mismas con las mismas, Aquí sa acabao esta historia."


Y exactamente ahí se acabó por muchisimo tiempo. Aunque siempre tuve curiosidad. Una curiosidad creciente, que pude intentar satisfacer por muchos medios. Pero pudo más el respeto a la decisión de mi madre. Nada de remover recuerdos, ni rebuscar papeles, ni preguntar a quien podía saber. Al menos mientras ella estuviese viva, no me vería hurgar en un pasado que era suyo y que de forma muy silenciosa pero muy evidente, a ella le dolió hasta el último de sus días. Murió en 2003 y ha sido en enero de 2023 cuando me he decidido a traspasar las puertas del Archivo de la Real Chancilleria para tener a la vista, por primera vez un documento, de cuya existencia ya tenía noticia desde 2018 relativo a la prisión de mi padre.


Ya contaré en otro lugar las vicisitudes de ese hallazgo y comentaré el contenido de los documentos que he ido rescatando. De momento, baste con decir que todo este trasiego de silencios me sirvió para conocer el hecho explicativo fundamental de mi nacimiento en Granada y concretamente en la Cuesta de Gomerez 8 duplicado: cuando trajeron a mi padre a Granada mi madre decidió seguirlo, a las bravas, con sus dos ñiños a cuestas y sacándolos adelante cosiendo a destajo para tiendas de confecciones.


Nunca tuvieron que explicarme que aunque podían haber vuelto a Motril, decidieron no hacerlo. Hay momentos en la vida que no es posible coexistir con determinado tipo de gente, por muy pacífico de corazón que tu seas. Y mis padres lo eran. En Motril tenían amigos y parientes. Pero tambien vivian allí sus delatores, sus perseguidores, sus represores directos. Y no solo vivian alli: habían ganado la guerra y detentaban el poder politico, económico, social y cultural en la ciudad costera. Volver no era una buena opción y la decisión de radicarse definitivamente en Granada fue firme desde el principio,


Mi padre fue liberado de la cárcel relativamente pronto: se le concedió la libertad condicional en agosto de 1940, pese a que en agosto de 1937 había sido condenado a 12 años y un día, acusado de un delito de auxilio a la rebelión. Para poner en contexto este hecho hay que recordar que los militares golpistas que se rebelaron contra la República, practicaron una "justicia inversa", acusando de rebeldes a quienes no se habían rebelado con ellos contra la Republica. Es decir, consideraron rebeldes a los que no se habían sumado a ninguna rebelión.


Aunque salió de prisión en 1940 los trámites para extinguir su condena tardarían mucho más y se extendieron hasta 1943, que fue cuando se hizo firme una sentencia por la que se revisaba su causa y se le imponían, "solamente" tres años y un dia. Todo ese tiempo de libertad provisional fue tambien un tiempo de precariedad e inestabilidad laboral. Los antecedentes politicos penales y policiales no se extinguieron enseguida y la precariedad tampoco.

Por eso, mi primera vivienda no fue la de mis padres, sino la de mi abuela, que nos acogió de por vida en su piso alquilado de la cuesta Gomerez.


Ese era el portal. Las puertas que tiene ahora son nuevas y el número 12, también. El segundo balcón encima de la puerta es el único balcón del piso donde viví y detrás de él estaba la habitación de mi abuela.


La piedra de Sierra Elvira de la que esta hecho el voladizo del balcón, sigue estando partida en dos como entonces. Y yo sigo teniendo el miedo que me atenazaba de niño cuando veía ese balcón abarrotado de gente que se agolpaba sobre su barandilla para ver subir y bajar a Santa María de la Alhambra las noches de Jueves Santo.


El portal que se adivina a la izquierda, que hoy es una tienda de artesanía, era entonces una tienda de comestibles. A ella bajé infinidad de veces a comprar sin dinero. La tarjeta de crédito que usaba no era de plástico, Pagaba por mensajes de voz: "que dice mi madre que se lo apunte Ud en la cuenta". Y de inmediato la tendera sacaba un papel de estraza oscuro de debajo del mostrador y apuntaba. Ya iría mi madre cuando pudiera a quitar la cuenta y a empezar otra.


Pero estoy mezclando recuerdos y he prometido poner cada cosa en su sitio. Estas cosas que acabo de decir, pasaban despues de 1955, cuando volvimos de Jaén. Antes de irnos en 1952, ya lo tengo dicho, yo no me acuerdo de nada.


Para casos de amnesia infantil como éste, hay hemerotecas. Y archivos con muchas fotos. Y planos detallados. Y estadísticas. Y con todas esas cosas se puede hacer uno una idea bastante aproximada de como era la vida en esas fechas, como era la gente y que apariencia tenian las calles de aquella ciudad y de aquel barrio donde te habían llevado a nacer.

Exhumar esos datos estadisticos, esos planos y esas fotos, son las tareas que me he impuesto para los próximos días.











117 visualizaciones

Comments


Commenting has been turned off.
bottom of page